Ecosistema
Un ecosistema está formado por organismos vivos y su entorno físico, que interactúan mediante procesos como la simbiosis, la competencia o la depredación. Existen ecosistemas terrestres, acuáticos, mixtos y artificiales, todos esenciales para regular el clima, depurar el aire y el agua, reciclar nutrientes o preservar la biodiversidad. Su conservación es clave para la sostenibilidad del planeta.
Componentes de un ecosistema
Un ecosistema está compuesto por:
- Factores bióticos: Plantas, animales, hongos, bacterias y demás organismos vivos.
- Factores abióticos: Agua, luz solar, temperatura, minerales y otros elementos no vivos.
Estos componentes interactúan de forma dinámica, asegurando el flujo de energía (por ejemplo, a través de la cadena alimentaria) y el ciclo de nutrientes.
Tipos de ecosistemas
- Terrestres: Bosques, desiertos, praderas, selvas.
- Acuáticos:
- Marinos: Océanos, mares.
- De agua dulce: Ríos, lagos.
- Mixtos: Humedales, manglares.
- Artificiales: Ciudades, campos de cultivo, embalses.
Funciones y servicios ecosistémicos
Los ecosistemas proporcionan:
- Regulación climática
- Purificación del aire y el agua
- Reciclaje de nutrientes (carbono, nitrógeno, fósforo)
- Hábitat para la biodiversidad
- Recursos naturales: alimentos, medicinas, materiales.
Estos beneficios, conocidos como servicios ecosistémicos, son fundamentales para el bienestar humano y el equilibrio del planeta.
¿Quieres saber cómo tus actividades afectan a los ecosistemas y reducir ese impacto? En airCO2 te ayudamos a medirlo, gestionarlo y mejorar tu desempeño ambiental.